Si nos paramos a pensarlo un poco, se puede sacar el trabajo que realiza la persona encargada de maquetar un documento. No obstante ¿estáis seguros de saber el trabajo que hace en realidad? La figura del maquetador es algo desconocida y hoy quiero hablaros de ella.
Para empezar porque es mi trabajo y lo que me da de comer, me paga las facturas y algún que otro caprichito como ir al cine o a un museo.
Así que mi misión es conseguir que sepáis un poco más acerca del trabajo que realizo. Si tuviera que definirlo en una frase, sacaría pecho, me aclararía la garganta y diría que es:
«La persona encargada de organizar de forma estéticamente atractiva los textos y elementos gráficos de las diferentes publicaciones tanto impresas como digitales, favoreciendo su lectura y comprensión.»
Por ello, antes si quiera de meternos de lleno en el trabajo de maquetación propiamente dicho, hay que tener una serie de elementos en cuenta:
El Foco
Donde va la atención y el recorrido de la página que sigue el ojo del lector. Hay que tener en cuenta los hábitos de lectura para saber dónde poner una imagen o un texto. En España leemos de arriba abajo y de izquierda a derecha.
La jerarquía
No todo lo que hay en el texto tiene la misma importancia. Y no todos los textos se tienen que resaltar de la misma manera, no es lo mismo un artículo de periódico que un post en una página web o un libro. Normalmente lo podemos dividir en tres categorías: título, subtítulo y texto general.
El contraste
Es lo que nos ayuda a diferencias dos elementos, sea iguales o no. Puede ser dos fotografías, un texto y una fotografía, dos textos etc. Para ello nos ayudaremos de los colores, las diferentes tipografías y haciendo uso de la jerarquía de la que acabamos de hablar.
La unidad
La página en la que implantamos la información que queremos transmitir debe tener una armonía. Para ello, debemos repartir la información de forma rítmica de forma que atraiga y queramos seguir con la lectura. Muchas veces, por muy interesante que sea el texto, si está estructura de forma que su comprensión sea un galimatías, nuestros lectores nos abandonarán.
La legibilidad
En combinación con la unidad, hay una serie de reglas que debemos seguir. Respetar los blanco para que el texto respire, elegir una tipografía de lectura fácil (y no la típica que es muy bonita pero que como leas más de tres frases se te cansará la vista). También se han de respetar las sangrías y el espacio entre caracteres.
Es una verdad universalmente conocida que un texto entra por los ojos, por lo tanto mi trabajo sirve para que se entienda mejor el texto, que sea más atractivo y quieras leerlo. Pasar de un tocho de texto que da pereza a una composición que parece más accesible.